El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ser invitada a una cata de vinos. He tenido la fortuna de asistir a varias catas, pero en esta ocasión puedo decir con facilidad que ha sido la que más me ha gustado; esto fue, además de por el buen contenido y una explicación muy pedagógica, por lo bien que la pasamos en esa velada.
Fue impartida por la sommelier Sandra Fernández (pueden seguirla en Twitter en @sandravinos), quien ostenta los siguientes títulos:
Certified Sommelier by the Court of Master Sommeliers
Certified Specialist in Wine by the Wine Educators Association
Certified Wine Professional by the Culinary Institute of America
Sandra es una persona sumamente conocedora del tema y es la única en México que posee el título del Wine Educators Association, además de tener una agradable conversación y un excelente trato.
La cata inició con una breve explicación de la importancia que tiene el olfato al catar y consumir vino de mesa; vimos la diferencia entre viticultura, enología y sommeliería y, a continuación, nos adentramos un poco en la apreciación de las características esenciales que hay que percibir en la degustación del vino y que consisten en la estructura del mismo: acidez, alcohol y tanino.
Para lo anterior estuvimos probando bebidas y alimentos sin etiqueta para distinguir sus olores y sabores: jugo de arándano, té verde, leche light y entera, fresa, mora y ciruela desfilaron por nuestros sentidos a manera de preparación para recibir el vino. Sandra nos enseñó a relacionar la acidez, azúcar y alcohol con las regiones frías o cálidas del planeta donde se produce vino, de tal manera que, sin ver la etiqueta, supiéramos de dónde venía. Una de las herramientas que utilizamos para localizar los olores fue un "círculo de los aromas" que fue muy útil para todos los asistentes.
Primero, probamos un vino blanco francés (región de Borgoña) de uva chardonnay. Enseguida otro blanco de la misma uva, pero de Argentina. El último era de acidez baja y alto alcohol, al revés que el anterior. Después seguimos con un tinto de Burdeos, de uva cabernet-merlot y para finalizar un cabernet de casa Madero. Todos estuvieron muy buenos y aprendimos muchísimo.
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