Este fin de semana tuve la boda de unos amigos, me dio mucho gusto que todo les haya salido muy bien, pero en especial quiero hacer una mención al banquete, que fue servido por I Latina. Por lo general, cuando una fiesta es tan grande como ésa, la comida suele llegar fría al comensal y muchas veces los platillos no son tan buenos.
Para el agrado de los invitados, esta vez no fue así. Nuestra comida, como en todas las mesas, llegó caliente y además, vale la pena platicarles el menú:
Como primer plato, nos llevaron un pastel de jaiba exquisito, estaba guisada con una especie de salsa de chile pasilla; la otra opción era una entrada de mariscos que incluía camarones y callo de almeja. La gente que probó esto dijo que también estaba muy bueno.
Luego vino una sopa tibia de camote; en nuestra mesa la mayoría se la comió pero opinaron que no era la mejor sopa que hubieran probado; hablando con gente mayor que nosotros, decían que no les había gustado. Yo pienso que cuando se elige un banquete, este tipo de platillos que incluye ingredientes exóticos o no tan comunes, hay que tener mucho cuidado, ya que podría darse este caso, que por ser algo extraño, no guste.
Después, el plato principal consistió en un filete de pescado y en un solomillo con salsa de hongos y cilantro. Ambos fueron excelentes.
Para finalizar, nos ofrecieron como postre una crême brulèe y una trufa de chocolate, intercaladas entre los comensales de la mesa. Igual que casi todo lo anterior, estuvieron muy buenos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario